
Esta llamada telefónica sirvió de ocasión para Su Majestad el Rey, que Dios le preserve, de informarse del estado de salud del Soberano jordano tras la exitosa operación quirúrgica a la que se sometió recientemente.
Las conversaciones entre ambos soberanos se centraron en las evoluciones y los acontecimientos que viven la ciudad de Al Quds y la mezquita de Al Aqsa tras las incursiones en los lugares santos y las agresiones contra los fieles, partiendo de la presidencia de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asiste, del Comité de Al Quds y la tutela hachemita de SM el Rey Abdallah II sobre los lugares santos islámicos y cristianos de Al Quds Ash-Sharif.
Los dos Soberanos consideraron que esta escalada es susceptible de avivar los sentimientos de rencor, odio y extremismo y destruir las posibilidades de relanzar el proceso de paz en la región.