Sr. Bourita recordó que, en 2013, Su Majestad el Rey Mohammed VI hizo un llamamiento para "relanzar las actividades de la Conferencia de Estados Africanos Atlánticos y permitirle desempeñar plenamente su papel".

El proceso nacido en Rabat en 2009 renace hoy bajo una nueva luz, "pero con el mismo horizonte que compartimos, desde el Cabo Espartel hasta el Cabo de Buena Esperanza", señaló Sr. Bourita, subrayando la importancia estratégica de esta zona, que ya no se pone en duda.


Con 23 países del África Atlántica que representan el 46% de la población africana, este espacio concentra el 55% del PIB africano y sus economías realizan el 57% del comercio continental, dijo, considerando este espacio como un área de movilidad y un lugar de mezcla cultural y étnica. "Nuestros espacios marítimos contienen enormes recursos biológicos y no biológicos", dijo.

El Ministro señaló que el África Atlántica, que es una zona de codicia y competencia, se enfrenta a retos de seguridad sin precedentes, con el aumento de las amenazas asimétricas, la delincuencia transnacional, la inseguridad marítima, la piratería, el terrorismo y la delincuencia organizada.

En este sentido, el Ministro señaló que cerca del 90% de los incidentes marítimos, incluida la piratería, se han registrado a lo largo de la costa atlántica, afirmando que nuestro continente, que sufre el 48% de las víctimas del terrorismo en el mundo, ve la amenaza terrorista implantada a lo largo de la costa atlántica.

El Ministro Bourita también dijo que la delincuencia transnacional es tanto una causa como una consecuencia de la débil red de seguridad, la debilidad de la presencia estatal, la porosidad de las fronteras y la inestabilidad política e institucional.

El África atlántica está batiendo récords en cuanto a vulnerabilidad climática, señaló Sr. Bourita, indicando que la cosificación de nuestras actividades agrava los problemas medioambientales, con importantes consecuencias sobre la seguridad alimentaria y los desplazamientos, registrándose casi 1,4 millones de desplazados internos sólo en la región de África Occidental.

"El calentamiento global está provocando una subida anual de las aguas atlánticas africanas de casi 3,6 milímetros, lo que repercute directamente en las actividades económicas y la vida costera", dijo Sr. Bourita, recordando que el desarrollo de un sistema de alerta temprana del clima reduciría, según el Fondo Monetario Internacional, el riesgo de escasez de alimentos en un 30% en el continente, especialmente en la costa atlántica.

A ello se suman los retos del desarrollo humano, el desarrollo económico, el desarrollo sostenible y el desarrollo en general, añadió el ministro, quien señaló que los países africanos atlánticos sólo reciben el 4% de los flujos de IED hacia el espacio atlántico, frente al 74% de los países de la ribera norte, a pesar del creciente potencial económico del África atlántica.

"Nos condenamos a no aprovechar el potencial de nuestro espacio si no movilizamos su potencial de cooperación. Porque no basta con compartir el Atlántico. Se trata también de compartir una perspectiva, una visión y unas acciones", lamentó el Ministro, insistiendo en que este espacio debe ser geopolítico, tener una identidad estratégica y actuar colectivamente, para responder a los imperativos de seguridad, desarrollo sostenible y prosperidad en esta zona.

Esta reunión ministerial, cuyos trabajos se estructuran en torno a tres temas, a saber, "Diálogo político y de seguridad", "Economía azul y conectividad" y "Medio ambiente y energía", es una oportunidad para desarrollar una visión africana común sobre este espacio vital, promover una identidad atlántica africana y defender los intereses estratégicos del continente con una sola voz.

El Ministro Nasser Bourita llamó a estructurar el espacio africano atlántico, destacando que la declaración que se adoptará al final de la 1ª reunión ministerial de los Estados africanos atlánticos "establece el Proceso de Rabat (afro-atlántico)", capital africana de la cultura este año y también capital atlántica.

La declaración "consagra nuestra visión, institucionaliza nuestro enfoque y estructura nuestro espacio. De hecho, está orientada a promover la coordinación sobre un conjunto de temas estratégicos y sectores estructurantes y establece tres grupos temáticos, encargados del diálogo político y de seguridad; la economía azul y la conectividad marítima y la energía; y, por último, el desarrollo sostenible y el medio ambiente", dijo Sr. Bourita.

Esta iniciativa "reactiva la secretaría permanente de la conferencia, con sede en Rabat", prosiguió Sr. Bourita, añadiendo que no quiere competir con otras organizaciones regionales o configuraciones africanas atlánticas.

"Queremos que se vea como es, es decir, una dinámica inclusiva para un proceso de gobernanza política de nuestro espacio atlántico común, en su sentido más amplio", insistió Sr. Bourita, señalando que esta ambición no es sólo reactivar los mecanismos del pasado, sino ir más allá. La ambición del Proceso de Rabat es permitir que África se apropie del Atlántico, formule posiciones comunes y, a largo plazo, se vincule con los países del otro lado del Atlántico Sur: América Latina.

"Nuestra visión es reconocer que el desafío ya no es ser países ribereños que dan la espalda al Atlántico", subrayó Sr. Bourita, sosteniendo que el Atlántico no es sólo un límite y una fuente de desafíos; es también una cultura, una conciencia y una identidad marítima.

En este sentido, el Ministro llamó a difundir el espíritu del Atlántico entre nuestros departamentos sectoriales, agentes económicos y empresas, y erigir esta zona en un polo estratégico y económico, un espacio de conexión, cooperación y unión.

"Si el Atlántico nos une desde fuera, que sea también lo que nos una desde dentro", insistió, añadiendo que "cada 8 de junio, tendremos dos eventos que celebrar: el Día del Océano y el relanzamiento del Proceso Atlántico Africano en Rabat".