A este respecto, el ministro expresó su convicción de que «gracias a nuestra sincera voluntad colectiva y a nuestra inquebrantable determinación, así como a la guía de nuestros dirigentes, que Dios los preserve, podremos ganar la apuesta y hacer frente a los desafíos para elevar nuestra asociación al nivel de las aspiraciones de progreso y prosperidad de nuestros pueblos».

Asimismo, constató con profunda satisfacción los pasos significativos dados por la fructífera asociación entre el Reino de Marruecos y el CCG, en sus dimensiones estratégica, política, económica, humana, cultural y de desarrollo, de acuerdo con las Altas Directivas de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, y de sus hermanos, Sus Majestades y Altezas los dirigentes de los Estados del CCG, que Dios les preserve.

«Esta evaluación positiva del proceso de nuestra asociación estratégica nos ha impulsado a renovar el plan de acción conjunto para un nuevo periodo hasta 2030», prosiguió.

Señaló que «más allá de los lazos fraternales e históricos entre nuestros dirigentes y nuestros países, nuestra asociación estratégica debe construirse también en torno al intercambio de beneficios económicos para que se arraigue más profundamente, lo que significa animar a los hombres de negocios y a los inversores de ambas partes a forjar relaciones sólidas entre sí, estableciendo un marco institucional y explorando oportunidades de inversión capaces de estimular el desarrollo y crear oportunidades de empleo», felicitándose en este contexto por la celebración del Foro de Inversión Marruecos-CCG en el transcurso de este año.

Marruecos, que se prepara para acoger acontecimientos deportivos de importancia continental y mundial, como la Copa Africana de Naciones de 2025 y el Mundial de Fútbol de 2030, está lleno de prometedoras oportunidades de inversión, ofreciendo un marco adecuado para que las empresas del CCG participen en los proyectos de construcción que se pondrán en marcha en previsión de estos acontecimientos, mantuvo. El Reino, dijo, representa una puerta de entrada para los países del Golfo al continente africano, especialmente a través de las iniciativas lanzadas por SM el Rey Mohammed VI, incluida la Iniciativa Real para facilitar el acceso al Océano Atlántico a los países del Sahel, el Proceso de los Estados Africanos Atlánticos y el proyecto de gasoducto Nigeria-Marruecos.

«Los beneficios que todos esperamos obtener de nuestra asociación estratégica nos invitan a reflexionar sobre el refuerzo de su marco institucional al servicio de los intereses de todos», subrayó el Sr. Bourita.

Refiriéndose a la asociación estratégica entre Marruecos y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), el ministro dijo que se basa en sólidos lazos de solidaridad, recordando el discurso de SM el Rey en la Cumbre Marruecos-Golfo de 2016. En este discurso, el Soberano indicó que “Marruecos siempre ha considerado que la seguridad y estabilidad de los países del Golfo arábigo forman parte de la seguridad de Marruecos; lo que os perjudica nos perjudica y lo que os afecta nos afecta”

También señaló que la reunión se celebraba en un momento delicado de la historia de la región árabe, en un contexto de cambios rápidos y decisivos, y añadió que «debemos unir nuestras filas y nuestras decisiones, así como dar muestras de sensatez y lucidez, lejos de eslóganes vacíos que sólo conducen a la división».

En cuanto a la cuestión palestina, el Sr. Bourita afirmó que las ideas y proyectos planteados en relación con las repercusiones de la devastadora guerra en la Franja de Gaza «no deben alejarnos de la paz, no sólo como valor moral, sino también como horizonte realizable y única opción en interés de todos los pueblos de la región».

Añadió que, sobre la base de esta visión, SM el Rey Mohammed VI, presidente del Comité Al-Qods, se compromete resueltamente a hacer converger los esfuerzos para preservar la solución de los dos Estados, considerada como la base de un arreglo pacífico que permita al pueblo palestino establecer su Estado independiente en las fronteras del 4 de junio de 1967, con Al-Qods Este como capital, de conformidad con las referencias internacionales pertinentes y la Iniciativa de Paz Árabe.

En cuanto a la evolución de la situación en otros países, en primer lugar Siria, Líbano, Yemen, Sudán y Libia, el ministro subrayó que conlleva tanto riesgos como esperanzas. «Nos incumbe tener presente el imperativo de preservar la integridad territorial de los Estados, así como su soberanía sobre la totalidad de su territorio, en un marco de unidad nacional integradora y de rechazo de las injerencias exteriores».