
El Reino de Marruecos expresa su decepción por este acto, que es contrario al espíritu de asociación y buena vecindad, y que afecta a una cuestión fundamental para el pueblo marroquí y sus fuerzas vivas.
La actitud de España suscita gran incomprensión y legítimos interrogantes:
- ¿Por qué el llamado Brahim Ghali fue admitido en España a escondidas y con un pasaporte falso?
- ¿Por qué España consideró útil no avisar a Marruecos?
- ¿Por qué optó por su ingreso con una identidad falsa?
- ¿Por qué la justicia española no ha reaccionado aún a las numerosas denuncias presentadas por las víctimas?
Por ello, el Embajador de España en Rabat fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, para informarle de esta posición y exigirle las explicaciones necesarias sobre la actitud de su Gobierno.