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SM el Rey dirige un discurso al Parlamento con motivo de la apertura de la primera sesión del segundo año legislativo de la XI legislatura
He aquí el texto íntegro del discurso real:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Respetables Señoras y Señores parlamentarios,
La apertura del Parlamento no es una mera ocasión constitucional para la reanudación del encuentro con los representantes de la Nación, sino que la consideramos como una importante cita anual que permite plantear las grandes cuestiones que atañen a la Nación, particularmente aquellas que revisten un carácter prioritario.
En esta ocasión, Hemos considerado oportuno centrar nuestro interés en dos temas importantes:
En primer lugar, figura la problemática del agua con todo cuanto supone como desafíos, tanto imperiosos como venideros.
En segundo lugar, consta el tema relativo a la realización de una mutación cualitativa en el ámbito de la promoción de las inversiones.
Señoras y Señores,
Dice Dios el Altísimo: «Del agua Hemos hecho todo cuanto es vivo» (Sagrado Alcorán).
Efectivamente, el agua es la fuente de la vida; es también un elemento fundamental para la operación del desarrollo, del mismo modo que es indispensable para todos los proyectos y sectores productivos.
Esto hace que la problemática de la gestión de los recursos hídricos se plantee con imperiosidad, sobre todo ahora que Marruecos está atravesando una difícil etapa de sequía, la más aguda desde hace más de tres décadas.
Rogamos al Todopoderoso bendiga a nuestro país con la lluvia beneficiosa.
Así pues, para hacer frente a tal situación, hemos procedido, desde el mes de febrero pasado, a tomar una serie de medidas preventivas, en el marco del Plan de lucha contra los efectos de la sequía, con el fin de garantizar la disponibilidad de agua potable, asistir a los agricultores y resguardar el ganado.
Conscientes del carácter estructural de este fenómeno en nuestro país, otorgamos pleno interés a la problemática del agua, en todos sus aspectos.
En este sentido, Hemos dedicado varias sesiones de trabajo a esta cuestión, que han conducido a la salida del Programa nacional prioritario para el agua 2020-2027.
Por otra parte, desde Nuestra accesión al Trono, Hemos obrado por continuar la construcción de embalses. En este contexto, hemos podido construir más de 50, entre grandes y medianos, además de 20 que se hallan en vía de realización.
En efecto, cualquiera que fuera el volumen de las precipitaciones en los próximos años, no dejamos de acelerar la realización de los proyectos contenidos en este programa, en todas las regiones del Reino.
Nos referimos, justamente, a la construcción de los embalses programados, redes hídricas de interconexión y estaciones de desalinización del agua del mar, además de la consolidación de una clara tendencia hacia el ahorro del agua, sobre todo en el dominio del riego.
Señoras y Señores,
El problema de la sequía y escasez del agua, no es privativo de Marruecos, sino que se ha convertido en un fenómeno universal que se agrava cada vez más con el cambio climático.
La situación actual de los recursos hídricos nos interpela a todos; al Gobierno, a las instituciones y a los ciudadanos, exigiéndonos franqueza y responsabilidad en la manera de abordarla y de tratar sus puntos flojos.
Marruecos está viviendo una situación de estrés hídrico estructural. De hecho, no se pueden resolver todos los problemas únicamente construyendo las estructuras hidráulicas programadas, por muy importantes y necesarias que sean.
Por tales razones, invitamos a considerar seriamente la problemática del agua en todas sus vertientes, sobre todo poniendo fin a cualquier forma de derroche, abuso y uso irresponsable de este vital elemento.
En este sentido, el problema del agua no debe constituir un tema para las pujas políticas o un motivo para avivar las tensiones sociales.
Como marroquíes, debemos redoblar nuestros esfuerzos por lograr una utilización racional y responsable del agua; ello requiere un verdadero cambio de nuestro comportamiento para con este vital elemento. Las administraciones y servicios públicos deben dar el ejemplo en este ámbito.
Hay que obrar también por lograr una gestión ejemplar de la demanda, paralelamente con lo que se está realizando en el dominio de la movilización de los recursos hídricos.
A medio plazo, debemos consolidar nuestra política voluntarista en el dominio del agua, recuperando el retraso que acusa este sector.
El deber de la responsabilidad exige ahora la adopción de opciones sostenibles y complementarias, dentro de un espíritu de solidaridad y eficiencia, en el marco del nuevo Plan nacional del agua, a cuya puesta en marcha invitamos.
En este contexto, queremos subrayar algunas orientaciones fundamentales:
Primero: Se hace imprescindible lanzar programas e iniciativas más ambiciosos, aprovechando las innovaciones y tecnologías modernas en el dominio del ahorro del agua y la reutilización de las aguas residuales.
Segundo: dedicar una atención particular a la racionalización del uso de las aguas subterráneas, así como a la preservación de las napas freáticas a través de la lucha contra el fenómeno del bombeo ilegal de aguas y la proliferación de pozos anárquicos.
Tercero: reafirmar que la política del agua no es una mera política sectorial, sino una preocupación transversal que concierne a numerosos sectores, lo que requiere una actualización permanente de las estrategias sectoriales, a la luz de la presión que conocen los recursos hídricos y de su futura evolución.
Cuarto: la necesaria toma en consideración del coste real de los recursos hídricos en todas y cada una de las etapas de su aprovechamiento, con todo cuanto ello requiere como transparencia y sensibilización, así como aspectos relacionados con este coste.
Señoras y Señores,
El segundo eje del presente Discurso tiene que ver con el tema de la inversión, que goza de toda Nuestra atención.
Hoy apostamos por la inversión productiva en tanto que palanca fundamental para reactivar la economía nacional y lograr la incorporación de Marruecos a los sectores prometedores, que generan oportunidades de empleo para los jóvenes y fuentes de financiación para los diferentes programas sociales y de desarrollo.
En este sentido, esperamos que la nueva Carta de inversión aporte un impulso tangible para que Marruecos pueda atraer las inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras.
Para ello, se tienen que levantar los obstáculos que siguen dificultando la realización de un verdadero arranque de la inversión nacional, a todos los niveles.
En este sentido, los centros regionales de inversión están llamados a supervisar globalmente la operación de inversión, en todas sus etapas, incrementando su eficiencia y mejorando la calidad de sus prestaciones, así como acompañando y asesorando a los emprendedores hasta que sus proyectos salgan a la luz.
Tales centros, han de gozar, en cambio, del debido apoyo por parte de todos los intervinientes, ya sea a escala central o territorial.
Con respecto al clima de los negocios, he de decir que las reformas estructurales que Hemos llevado a cabo, han contribuido a la mejora de la imagen y posición de Marruecos en este ámbito.
Sin embargo, los resultados obtenidos necesitan mayores esfuerzos para liberar todas las energías y potencialidades nacionales, amén de estimular la iniciativa privada y atraer mayores inversiones extranjeras.
En este contexto, queremos insistir, una vez más, sobre la necesidad de aplicar plenamente la Carta de la desconcentración administrativa, así como la simplificación y digitalización de los procedimientos, facilitando el acceso a la propiedad y a las energías verdes, además de brindar el apoyo financiero para los portadores de proyectos.
Con el fin de reforzar la confianza de los inversores en nuestro país, en tanto que destino de una inversión productiva, invitamos a afianzar las bases de la competencia leal y a poner en práctica el arbitraje y la mediación para solucionar los conflictos que puedan surgir en este ámbito.
Dado que la inversión es un hecho que concierne a todas las instituciones y al sector privado, insistimos en la necesidad de movilizar a todo el mundo, en el seno de un espíritu de responsabilidad, a fin de promover este sector decisivo para el avance del país.
El objetivo estratégico que se busca no es otro, sino que el sector privado ocupe la posición que bien le corresponde en el dominio de la inversión, en tanto que verdadero motor de la economía nacional.
Así pues, las empresas marroquíes y sus organizaciones nacionales, regionales y sectoriales, están invitadas a constituir una palanca para la inversión y el liderazgo del emprendimiento.
De igual modo, el sector bancario y financiero nacional está llamado a apoyar y financiar la nueva generación de inversores y empresarios, especialmente los jóvenes y las pymes.
En este contexto, queremos renovar Nuestra invitación para que se dedique una atención particular a las inversiones e iniciativas de los miembros de la comunidad marroquí residentes en el extranjero.
Con el fin de alcanzar los objetivos marcados, Hemos dado Nuestras orientaciones al Gobierno, en colaboración con los sectores privado y bancario, para traducir los compromisos de las distintas partes en un pacto nacional para la inversión.
Esta última tiene por objetivo la movilización de 550 millones de dírhams en inversiones, así como la creación de 500 mil puestos de trabajo, entre 2022 y 2026.
Señoras y Señores,
Todos conocéis el papel que desempeña la institución parlamentaria, en los dominios de la legislación, la evaluación y el control, para impulsar las cuestiones del agua y de la inversión, así como las diferentes cuestiones y problemas que ocupan a la Nación y a los ciudadanos.
Habéis de estar, Dios os proteja, a la altura de la magna responsabilidad nacional que asumís, especialmente en el seno de las actuales circunstancias nacionales y mutaciones mundiales.
Para concluir, nada mejor que las palabras de Dios el Altísimo que dijo: «Ha hecho bajar el agua del cielo, mediante la cual ha sacado frutos para vuestro sustento». (Sagrado Alcorán).
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".