Esta resolución se produce en un contexto marcado por la trayectoria irreversible imprimida por Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, al expediente de la integridad territorial del Reino, a través de los apoyos crecientes de miembros permanentes del Consejo de Seguridad y de países influyentes a la marroquindad del Sáhara y a la Iniciativa Marroquí de Autonomía y la continuación de las retiradas de los reconocimientos de la pseudo “rasd”.

La resolución, adoptada hoy, preserva todos los logros de Marruecos. También introduce nuevos elementos importantes para la evolución futura del expediente en el seno de las Naciones Unidas.

En efecto, el nuevo texto consagra el marco, las partes y la finalidad del proceso político. Así, el Consejo recuerda de nuevo que las mesas redondas son el único marco para alcanzar una solución política al diferendo regional sobre el Sáhara marroquí.

Además, la resolución identifica claramente a las partes en el diferendo, en particular Argelia, que está citada en la resolución tantas veces como Marruecos. Asimismo, el Consejo de Seguridad reafirma que la solución política no puede ser sino realista, pragmática, duradera y basada en la avenencia, elementos cardinales de la Iniciativa Marroquí de Autonomía, cuya preeminencia ha sido reafirmada.

Por otra parte, la resolución 2756 consagra dos evoluciones importantes que refuerzan la posición del Reino:

En el primer añadido, el Consejo "se felicitó por el reciente impulso y pidió encarecidamente que se construya sobre ello".

Por lo tanto, el Consejo hace suya la dinámica internacional que experimenta el dossier del Sáhara marroquí bajo el impulso de Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, en favor de la marroquindad del Sáhara y de la Iniciativa Marroquí de Autonomía. De ahora en adelante, la acción de la ONU no puede sino inscribirse en el marco de esta dinámica.

El segundo añadido se refiere al llamamiento del Consejo de Seguridad a las otras partes “a evitar los actos que puedan comprometer el proceso político”. El Consejo se hace, así, eco de la posición oficial clara del Reino, que subraya que no hay proceso político sin respeto del alto el fuego.

La resolución de hoy fue adoptada por 12 votos a favor, 2 abstenciones y la no participación del país vecino, miembro no permanente del Consejo de Seguridad. Esta no participación demuestra el aislamiento de la posición de este país en el seno del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional en general. También, revela de manera flagrante sus contradicciones: pretende defender la legalidad internacional, las resoluciones del Consejo de Seguridad y los esfuerzos de la ONU, mientras se niega a apoyar esos mismos esfuerzos y se aferra a una lógica obstruccionista.

Como reafirmó Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, en su discurso del pasado 11 de octubre, con ocasión de la apertura de la sesión del Parlamento: “este reconocimiento viene a apoyar los esfuerzos desplegados en el seno de las Naciones Unidas a fin de asentar las bases de un proceso político capaz de conducir a una solución definitiva de esta cuestión, en el marco de la soberanía marroquí”.