Durante esta reunión, el Sr. Nasser Bourita intervino sobre:

El expediente sirio :

El ministro Bourita afirmó que la decisión de la Liga Árabe relativa al retorno de Siria a su familia árabe debe ser un estímulo para lanzar un proceso político que conduzca a una solución global y duradera de la crisis en este país, recordando a este respecto la visión de SM el Rey Mohammed VI sobre la necesidad de contener las crisis y tratarlas en su marco apropiado.

El ministro Bourita subrayó que los esfuerzos realizados por el Reino de Arabia Saudí en este sentido, partiendo de la base de que el bien no viene con la división sino con la unidad y la complementariedad, harán de la próxima cumbre árabe de Yedda una verdadera oportunidad para la reunificación de las filas árabes.

El ministro Bourita recordó en esta ocasión los lazos históricos entre Marruecos y Siria, enraizados en la sangre de los soldados marroquíes, sirios y árabes que se mezclaron y derramaron durante la guerra de octubre de 1973 para defender la integridad de este país árabe, recalcando que Su Majestad el Rey siempre ha prestado atención a la crisis siria y a sus diversas repercusiones, entre las que destaca la dimensión humana.

Tras deplorar el calvario, la violencia y los disturbios que afectan a este país milenario desde hace 12 años, el ministro precisó que esta crisis ha tenido un impacto negativo sobre la quietud de los sirios, sus condiciones de vida y sus aspiraciones individuales hacia horizontes amplios ofrecidos por la libertad, la apertura y la participación efectiva en los asuntos públicos, además del impacto de esta crisis sobre todos los países de la región.

El ministro Bourita destacó que el grupo árabe buscaba sinceramente desempeñar un papel en la extinción de las llamas de la escalada, pero la aceleración de los acontecimientos y las intervenciones extranjeras lo impidieron.

"Deberíamos preguntarnos para avanzar claramente en la vía correcta y duradera, si el regreso de Siria a la Liga de Estados Árabes es un objetivo en sí mismo, entonces es una percepción, y si el objetivo va más allá, entonces es otra percepción que hace de la Liga Árabe una de las salidas para la paz y la seguridad, y uno de los fieles socios de Siria para lograr sus aspiraciones de desarrollo y prosperidad", dijo el ministro.

El ministro Bourita añadió que "si estamos comprometidos con el principio de preservar la soberanía de Siria, su integridad territorial, la cohesión de su sociedad y la no injerencia en sus asuntos internos, como una de las constantes de nuestro trabajo, entonces el compromiso conjunto es una virtud y un deber, que se traduce en medidas concretas para demostrar la capacidad de abordar otras cuestiones acuciantes, para los propios sirios y para los países árabes y otros países, como el retorno seguro de los refugiados, facilitar la entrega de ayuda humanitaria y médica, poner en marcha el proceso de reconciliación nacional y combatir el terrorismo en todas sus formas''.

El ministro concluyó que esto podría hacer que este dinamismo árabe hacia el expediente sirio fuera coherente con los esfuerzos del Enviado Especial de la ONU para Siria por lograr un avance en esta crisis con la ayuda de los propios sirios, de forma que se tenga en cuenta el interés del pueblo sirio y se evite convertir el país en un cenagal para dirimir cálculos políticos de partes externas.

La situación en Sudán :

El ministro Bourita llamó a la comunidad internacional a intensificar los esfuerzos para apoyar el proceso de paz y estabilidad en Sudán, a preservar su integridad territorial y soberanía nacional y a evitar cualquier perturbación de la seguridad en la región.

El ministro Bourita subrayó que el Reino de Marruecos lamenta y está preocupado por la situación de seguridad en Sudán y la pérdida de vidas humanas, bienes e infraestructuras.

Marruecos, bajo la dirección ilustrada de SM el Rey Mohammed VI, expresa su solidaridad absoluta con Sudán hermano en estas difíciles circunstancias y sigue dispuesto a aportar todo el apoyo necesario y posible para ayudarle a superar la crisis, dijo, recordando que el Reino, que ha establecido sólidas relaciones fraternales con la República de Sudán, está convencido de que la sabiduría y la lucidez de los sudaneses son susceptibles de llevarles de nuevo al diálogo y a alcanzar un consenso que abra una vía política que les permita mantener la seguridad y la estabilidad de su país y responder a sus necesidades de desarrollo.

El ministro expresó también el apoyo de Marruecos a las iniciativas y medidas tomadas por la Liga de Estados Árabes, incluido el envío de ayuda humanitaria, congratulándose asimismo de los esfuerzos emprendidos por otros países y algunas organizaciones internacionales para acercar a las partes y crear las condiciones adecuadas para iniciar un diálogo constructivo.

El ministro Bourita subrayó asimismo la necesidad de garantizar que la solución a la crisis que atraviesa el país sea sudanesa y esté alejada de cualquier injerencia externa, para que no sea difícil alcanzar un acuerdo pacífico y que éste sea duradero y se produzca en un ambiente de serenidad y orgullo nacional.
 

 El Consejo de la Liga de Estados Árabes a nivel de ministros de Asuntos Exteriores destacó, al término de su reunión urgente, el papel desempeñado por el Comité Al-Quds, presidido por SM el Rey Mohammed VI, y la Agencia Bayt Mal Al-Quds Asharif, brazo ejecutivo del Comité, en la preservación del estatuto jurídico de la ciudad santa y de su identidad, así como en el apoyo a sus habitantes.

El Consejo también subrayó la importancia de proteger la mezquita Al Aqsa en su totalidad como lugar puro de culto para los musulmanes únicamente según el derecho internacional y las resoluciones de legitimidad internacional, y rechazó y condenó todas las violaciones cometidas por Israel, la fuerza de ocupación, contra los lugares santos islámicos y cristianos, en particular los intentos de modificar el estatuto histórico y jurídico de la mezquita Al-Aqsa dividiéndola temporal y espacialmente, atentando contra la libertad de los musulmanes para rezar, expulsándolos de ella y socavando sus cimientos realizando excavaciones bajo sus edificios.

El Consejo llamó a la comunidad internacional y a los organismos internacionales de derechos humanos a presionar a Israel, fuerza de ocupación, para que libere inmediatamente a todos los presos y detenidos, especialmente a los antiguos detenidos, pacientes, niños, ancianos, parlamentarios, detenidos administrativos y cadáveres de mártires, para que ponga fin a su ocupación de las tierras del Estado de Palestina dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967 con Al-Quds Este como capital, y que ponga fin a su agresión contra el pueblo palestino y a todas sus políticas y prácticas ilegales, como la anexión, los asentamientos, el apartheid, los ataques contra civiles, los desplazamientos forzosos, las detenciones arbitrarias, la confiscación de propiedades, la demolición de viviendas e infraestructuras y la violación de principios sagrados, y también llamó a la protección internacional del pueblo palestino.